Si hay una planta imprescindible, por sus múltiples beneficios, para comenzar un botiquín natural es la lavanda.
Cuenta la leyenda que, cuando los cazadores antiguos eran mordidos por una serpiente, frotaban lavanda en la herida para que ésta contrarrestara el veneno.
Desde entonces, se cree que la lavanda es capaz de luchar contra todos los venenos, internos y externos.
Es uno de los pocos Aceites Esenciales Puros que puede usarse directamente sobre la piel.
La Lavanda aquieta el espíritu, alivia tensiones y pone los pies sobre la tierra.
Es útil para aliviar golpes y quemaduras.
Por ser astringente, es ideal en el tratamiento de la piel grasa.
Colocada en el cuero cabelludo (2 gotas) previene la pediculosis.
Colocada en las sienes alivia malestares y dolores de cabeza.
Del mismo modo, colocada en el collar de los perros, previene la aparición de pulgas.
Si hay una planta imprescindible, por sus múltiples beneficios, para comenzar un botiquín natural es la lavanda.
Cuenta la leyenda que, cuando los cazadores antiguos eran mordidos por una serpiente, frotaban lavanda en la herida para que ésta contrarrestara el veneno.
Desde entonces, se cree que la lavanda es capaz de luchar contra todos los venenos, internos y externos.
Es uno de los pocos Aceites Esenciales Puros que puede usarse directamente sobre la piel.
La Lavanda aquieta el espíritu, alivia tensiones y pone los pies sobre la tierra.
Es útil para aliviar golpes y quemaduras.
Por ser astringente, es ideal en el tratamiento de la piel grasa.
Colocada en el cuero cabelludo (2 gotas) previene la pediculosis.
Colocada en las sienes alivia malestares y dolores de cabeza.
Del mismo modo, colocada en el collar de los perros, previene la aparición de pulgas.